La mayoría de las definiciones de vulnerabilidad hablan de pasividad, falta de poder, debilidad, incapacidad de resistencia o de reponerse a un fenómeno negativo. Sin embargo la profesora Brené Brown en su libro Daring Greatly define vulnerabilidad como incertidumbre, riesgo y exposición emocional. Es compartir sentimientos y experiencias con personas que se han ganado este derecho. Ser vulnerable es parte fundamental de construir confianza.
Hoy la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo por COVID-19 como planeta, país, comunidad, familia e individuos nos hace sentir vulnerables, expuestos y con mucho miedo a la incertidumbre.
Hoy, si estás en una posición de liderazgo, probablemente estás viviendo alguna de las siguientes situaciones vulnerables: pedir ayuda, decir que no, empezar tu propio negocio, publicar un escrito propio, tener una promoción y no saber si serás exitoso, aceptar que tienes miedo, perder tu empleo, despedir a un empleado, decirle al director general que no hay suficiente dinero para pagar la nómina, etc.
Seguramente estos momentos te han hecho sentir incomodidad y miedo, pero en contraparte, también fuiste honesto y valiente para afrontarlos.
Recuerda que ser vulnerable ¡puede ser un gran regalo para tu liderazgo! En vez de evitar o esconder el miedo y sentir vergüenza por alguna situación, mejor atrévete a ser vulnerable y aprovecha los regalos que puede traer a tu crecimiento como líder y al de tu equipo. Algunas maneras en que tu liderazgo y tu equipo pueden fortalecerse son:
- Genera compromiso, sentido de pertenencia y disminuye la tensión: al hablar abiertamente de situaciones inciertas o temas incómodos, promueves la libertad de expresión, empatía y sensibilidad en el equipo así como mayor colaboración. Cuando el líder es abierto y auténtico mejora el ambiente, creando una atmósfera vibrante a la cual las personas quieren pertenecer. Comparte en el momento y con las personas adecuadas, cuidando el tono y detalle de lo que digas, para evitar problemas de confidencialidad. Ej: asigna un tiempo a la semana para preguntas o dudas de tu equipo y haz check ups al inicio de las reuniones para conocer el estado de ánimo y situación general de cada uno.
- Promueve la innovación y creatividad – al aceptar que tú como líder no tienes todas las respuestas ni la verdad absoluta, promueves que tu equipo comparta su opinión. Sean curiosos y tomen mayores riesgos al probar nuevas formas de hacer las cosas. Sabiendo que el éxito se construye de intentos donde habrá aprendizajes y probablemente algunos fracasos. Ej: cada miembro de tu equipo puede asignar 10-20% de su tiempo a explorar y desarrollar nuevos proyectos, ideas, estrategias, etc. La regla es que todas las propuestas merecen un espacio para ser escuchadas.
- Mejora la comunicación y resolución de problemas – Si tú eres honesto y accesible, y reconoces que todos podemos cometer errores, tu equipo te comunicará los problemas a tiempo en lugar de ocultarlos por temor a tu reacción. De esta forma tendrán la confianza de compartirte desde un inicio la situación, evitando que siga creciendo y encontrando una solución o plan de contingencia lo más pronto posible. Ejemplo: Establece un sistema o semáforo de alertas. Donde tu como líder, establezcas el responsable y el nivel de atención que debe tener cada uno.
- Acelera el aprendizaje y desarrollo del equipo con retroalimentación efectiva – cuando eres un líder vulnerable, es más fácil dar retroalimentación efectiva a un miembro de tu equipo, siempre con la intención de promover su desarrollo y aprendizaje. Asegúrate de incluir estos elementos en la conversación:
- Usa lenguaje corporal y verbal indicando que tienen una situación para afrontar juntos
- Explica la situación, basándote en hechos, en un tono de respeto y apertura
- Haz preguntas, escucha y ofrece el beneficio de la duda.
- Reconoce las fortalezas y cosas que la persona hace correctamente
- Cuando haya algún problema, identifica circunstancias, elementos que son su responsabilidad y los que son responsabilidad tuya. Como líder eres corresponsable del desempeño de tu equipo.
- Agradece los esfuerzos de la persona.
Con frecuencia me encuentro con personas que reciben una evaluación anual de desempeño negativa o incluso pierden su trabajo sin haber tenido siquiera una retroalimentación por parte de su jefe que les indicara que las cosas no marchaban bien o que tenían que cambiar algo. Por respeto a la persona, a ti y a tu equipo de trabajo, parte de tu responsabilidad como líder es tener conversaciones difíciles a tiempo y con mucha claridad del porqué y el objetivo.
- Aumenta tu consciencia de ti mismo y practicas acciones que muestran tu vulnerabilidad:
– Admites tus errores, esto aumenta tu credibilidad.
– Compartes tus miedos e inseguridades eso te humaniza y fortalece los lazos con los demás.
– No te tomas demasiado en serio y mantienes el sentido del humor aun en momentos tensos.
– Cuando compartes experiencias personales o profesionales, incluyes tanto las partes positivas como las negativas.
– Pides y aceptas ayuda.
-Mantienes tu ego “amarrado” y no sobreestimas el impacto de tu liderazgo dando proyecciones o promesas inalcanzables.
– Cuando hay una situación crítica aceptas el error, ofreces una disculpa y defines diversas líneas de acción para solucionarlo. Actúas rápido y de manera sencilla.
Hoy mas que nunca, en el mundo necesitamos líderes que vean su liderazgo como una oportunidad para servir y no sólo para crecer el ego. Los grandes líderes saben que la vulnerabilidad fortalece las relaciones y genera confianza lo cual se refleja en el éxito del negocio. Sigue creciendo como líder desarrollando cualidades que hoy más que nunca son necesarias para tu evolución y la de tu negocio.