Hoy llevamos semanas en confinamiento, en un ambiente de miedo. Probablemente has perdido tu salud o has sufrido la pérdida irreparable de un ser querido por COVID u otra situación. Tal vez has estado trabajando de 12 a 14 horas y te acaban de notificar que te bajarán un 50% el sueldo o incluso tendrán que despedirte porque no hay dinero para pagarte. O tuviste que decidir cerrar tu negocio aun cuando tus empleados te suplicaban que mantuvieras la empresa abierta aunque les pagaras la mitad. Puede ser que estabas a punto de recibir una oferta de trabajo después de meses en el proceso de entrevistas y te acaban de informar que la posición desaparece por falta de recursos.
Hoy todos estamos viviendo duelos, duelos de personas, situaciones o sueños que hemos perdido en estas últimas semanas. Hoy basta con que veas las redes sociales, hables con alguien o incluso sólo cierres los ojos y encuentres una infinidad de razones de por qué estamos viviendo la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial; crisis social, crisis económica, crisis personal, aumento de violencia familiar, divorcios, depresión, percepción de inseguridad.
Y es aquí, en nuestro momento más oscuro, donde podemos ver sin tapujos, sin disfraces, sin adornos, qué es lo que más nos duele. Y podemos decidir hacia donde dirigir nuestra energía, teniendo un impacto negativo o transformando nuestro dolor en servicio.
Encuentra tu vocación de servicio identificando qué situaciones te provocan compasión y despiertan tu sabiduría; esto te hará saber cómo actuar. Despierta la flama y pasión en tu interior fortaleciendo tu sentido de vivir, lo que te traerá alegría interna. Pon tu profesión, habilidades y experiencia al servicio de todos.
Hay 4 diferentes formas de servir:
- Servicio a ti mismo – La compasión empieza contigo mismo, sé paciente, generoso y ten respeto por ti. Para servir debes cuidar de ti mismo. Mantén una rutina sana para tu bienestar de mente, cuerpo y alma. Un ejemplo es H.A.C.E.S (hidratar, actividad física, comer sano, espiritualidad, sueño).
- Servicio a todos los seres vivos cerca de ti – el servicio empieza en casa, con tu familia, tus mascotas y plantas, con tus empleados y colegas, con cualquier persona que te dé un servicio o conviva contigo en tu día a día. Evita ser luz de la calle y oscuridad de tu casa.
- Servicio a tu comunidad – todos estamos en el mismo barco. Si cada uno de nosotros actúa y se pone al servicio de la comunidad, crearemos un efecto multiplicador. Sólo juntos podemos restaurar el espíritu y confianza de nuestro país, la esperanza de nuestros jóvenes, la alegría de nuestros niños y las fuentes de empleo.
- Servicio al mundo – cuando tengas que decidir algo, hazlo alineado a tus valores e ideales. Actúa local pero piensa global. Piensa cómo tus acciones y decisiones afectan al mundo entero. Hoy el COVID demuestra cómo estamos todos conectados y cómo algo que empezó en China en Diciembre, en menos de 3 meses ya estaba presente en todos los países. Las ideas y acciones individuales sí afectan a todo el mundo. No subestimes tu impacto global. Tú sí haces la diferencia, hazla positiva.
Así que mientras resolvemos la parte pragmática de nuestra vida, pongamos nuestro Servicio en Acción lo que enaltecerá nuestro espíritu, nos dará sentido de vida y alegría interna.
Y tú cómo vas a servir? Cómo vas a actuar y sumarte a esta transformación que empieza en tu interior pero que debe salir como acción al mundo?
